(Gracias a tod@s por sus opiniones y sugerencias)
Las canastas orgánicas mensuales son un proyecto de autonomía
Ser parte del proyecto es estar de acuerdo con la necesidad de alternativas saludables de alimentación y comercio justo
Es apoyar mensualmente a los productores locales que surten tu canasta y que cuentan con ese apoyo
Es romper con la lógica del comercio especulador
Es un compartir de experiencias, no un negocio
Compartir con corazón y alegría
Estar en el el proyecto NO ES apoyar a las organizadoras; es pensar diferente, comprar diferente, cambiar los hábitos del consumo por el consumo, saber de dónde viene tu comida, quién la siembra, la produce, la elabora. Es expresar nuestro desacuerdo con un sistema promotor de la enajenación en todos sentidos, es no tener “patrones” que nos determinen, nos obliguen o nos impongan. Es actuar y producir por mi autonomía y la tuya, es un espacio de dignidad.
A ocho meses de iniciado, hemos hecho una evaluación del proyecto a partir de comentarios de nuestr@s productoras/es, consumidoras/es, colaboradoras/es y amig@s. A continuación explicamos algunas CONCLUSIONES:
1.- Hemos cumplido a cabalidad algunos de los preceptos del comercio justo, como pagar al/@ productor/@ de inmediato y contra entrega del producto (me atrevo a decir, uno de poquísimos lugares en donde ésto sucede), también hemos promovido:
▪ la igualdad entre hombres y mujeres.
▪ el trabajar con dignidad cumpliendo los derechos humanos.
▪ que el precio que se paga a los productores permita condiciones de vida dignas.
▪ que l@s compradoras/es paguen por adelantado para evitar que l@s productoras/es busquen otras formas de financiarse.
▪ se valoran la calidad y la producción ecológicas.
▪ promovemos el respeto al medio ambiente.
▪ buscamos la manera de evitar intermediari@s entre productores y consumidoras/es.
▪ informamos a l@s consumidoras/es acerca del origen del producto.
Pero también:
•Ha sido insuficiente la delegación de responsabilidades; l@s consumidoras/es principalmente, no cumplen con sus responsabilidades y nosotras les hacemos el trabajo, estamos ”jalando la carreta” en vez de caminar al parejo.
•No hemos logrado la suficiente claridad de ideas para estimular el sentido de responsabilidad, compromiso, participación, cooperación, consecuencia y acción alternativa necesarias para llevar a cabo este proyecto.
•No hemos sabido cómo decir clara y llanamente que: “...No hay naturaleza capaz de alimentar a un shopping center del tamaño del planeta”*. Que el consumismo no es la razón de existir de este proyecto, que creemos que es posible revertir, intervenir, cambiar la lógica del capitalismo con prácticas creadas por nosotr@s mism@s; que el trueque, la colaboración y el compartir nuestras sabidurías individuales, son una aportación para cambiar esta lógica de destrucción.
•No hemos sido capaces de aceptar que la sociedad actual probablemente aún no esté dispuesta a cambiar sus hábitos de consumo y comodidad. Realmente creemos lo que hacemos, decimos lo que pensamos y hacemos lo que decimos. Pero no es suficiente.
POR LO TANTO:
Creemos que lo mejor que podemos hacer es seguir intentándolo con nuevas ideas para organizar un TRABAJO PAREJO, conjunto y consecuente. Si alguien tiene sugerencias, ideas que rompan esquemas, que crean que cambiar el mundo es posible y que deseen entrarle; si alguien desea compartir sus experiencias, aportar, construir, resistir ¡sean bienvenid@s!
SOLICITAMOS ENCARECIDAMENTE QUE EL PREPAGO Y RECOGIDA DE LA CANASTA SE EFECTÚEN EN TIEMPO Y FORMA.
Grupo de mujeres productoras Rocio&Aguado y Mundo•Mujer
Coordinadoras del Proyecto Canastas.
*Galeano, Eduardo “Patas arriba, la escuela del mundo al revés” 3ra. edición.
S. XXI editores, 1999.
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